En las clases, lleva libreta

Esta es una recomendación que hago mucho, principalmente cuando alguien me llama o me escribe que quiere venir a probar una clase; también se la digo a los alumnos que llevan poco tiempo.

Es una máxima que llevo desde hace tiempo y si, estamos hablando de artes marciales, no solamente de las clases dentro de un aula de escuela “normal”.

En el principio de mis entrenamientos, generalmente yo era el voluntario que salía siempre que podía para la demostración de las técnicas, para hacer de uke o uchitachi; eso implica mucho dolor y no es que sea masoquista (aunque a veces no lo tengo claro 😉 ) si no que cuando notas la técnica en tus propias carnes, tu cuerpo “aprende”. Recuerdo que al haber recibido la técnica y notar donde me dolía, sabía donde había que hacer algo (golpear, luxar …) y, creo, que esto ayuda en el aprendizaje, el hecho de notarlo tú mismo.

Algunos de mis apuntes.

Con el Kyusho pasa lo mismo, pero en este caso, hay muchos detalles sobre como se ha de mover el shitachi (仕太刀) (o tori, quien hace la técnica) para que su contrataque sea más efectivo, además de golpear al punto (o puntos) con el ángulo correcto. Hay muchos factores, desde distancia, posicionamiento de cadera, piernas, peso, tiempo de respuesta, … que en Kyusho (y de hecho, en todas las artes marciales) son importantes, pero al menos yo, lo he descubierto con el Kyusho y es donde lo aplico en la enseñanza. Con esto, al haber muchos detalles que uno no puede “notar” si no que lo tienes que descubrir o te lo tienen que contar, es recomendable llevar libreta, no hace falta que sea un bloc grande A4, puede ser un pequeño bloc de notas que quepa en la mano, o, como he hecho en algunas ocasiones, debajo del gi para interrumpir lo mínimo la clase y apuntar lo que me llega en ese momento.

Otro factor importante que he notado es que, aproximadamente, de cada 10 técnicas que se enseñan en un seminario, por la tarde, al salir, recuerdas 5 ó 6 y a la mañana siguiente 3 ó 4. Si vuelves a entrenar en una semana, eso se reduce aún más, pero, si lo has escrito, siempre puedes recuperarlo y no se termina de olvidar.

En mi caso, muchas de las notas que tenía desperdigadas en varios papeles, libretas o bloc de notas las he ido agrupando e integrando entre ellas. Una parte es la que me ayudó a hacer mi primer libro; otras las tengo pasadas a “limpio” en un entorno digital, donde puedo alimentar esas partes con comentarios nuevos y las sigo consultando, buen para recordar, bien para ver qué se puede hacer en los próximos encuentros, aunque hay algunos esquemas que no tuve otra opción que escanear la hoja, para que se vieran esos dibujos que hice en ese momento y no he encontrado como replicarlo en digital.

Xavi Vila


“La tinta más débil es más poderosa que la memoria más fuerte”

Autor desconocido


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